sábado, 2 de julio de 2011

Capítulo 4: De cosas encontradas y emociones ancianas.

Como ya dije en una entrada anterior, en este blog quiero hablar un poco de todo, no solo de armadureo y mis proyectos particulares. Hoy quiero hablaros de lo que me aconteció el otro día.

¿Recordáis esas cositas que os hicieron pasar una infancia feliz? Series de televisión, cómics, juguetes... Esos pequeños y agradables mundillos nacidos de las mentes de gente especial, dedicados en cuerpo y alma a hacer que tú y otros como tú paséis un buen rato entretenidos y disfrutando -y dando un pequeño remanso de paz a tus padres-. Yo aún recuerdo a ese pequeñajo que fui, adicto terminal a los cómics -en aquel entonces aún los llamaba tebeos- de Mortadelo y Filemón, y más aún a los de Amazing Spiderman y Lobezno, que acudía religiosamente todos los meses al estanco de al lado de su casa a gastarse el dinero que conseguía reunir en los nuevos cómics que llegaban. Y también recuerdo cuando, con unos 12 añitos más o menos, ese cómic de Lobezno que con tanto ansia esperaba no llegaba, y la necesidad de cubrir ese hueco me impulsó a mirar los cómics que habían en el estante. Entre esos cómics, hubo uno que me llamó especialmente la atención, con una portada curiosa, en la que aparecían dos tipos vestidos de traje, uno peludo, con un antifaz en la cara y una pistola en la mano; y otro, con una máscara roja, un pie metido en un cubo y un taladro en la mano. El título era Fanhunter: Animated Series, y aunque más tarde me enteraría de que no era la obra original del autor, el gran Cels Piñol, me marcó profundamente por la épico-cómica forma de versionar el mito de Drácula. Nunca más volví a ver un cómic de Fanhunter en el estanco, y eso que hubiera gastado gustosamente todo mi dinero en dichos cómics, tanto me gustaron.

Tiempo después, ya más crecido y abierto al nuevo mundo que me traía Internet, encontré entre mis cómics el de Fanhunter, y me decidí a buscarlo bajo la premisa de que si algo no está en Internet, no existe. Entre mis "paseos" por la red, tiempo en el cual me estaba abriendo al mundo de los juegos de rol, cuál no sería mi sorpresa al descubrir que Fanhunter tenía su propio juego de rol, de mecánica sencilla y escrito en un tono humorístico que facilitaba increíblemente su lectura. Gracias a este juego, conseguí adentrarme aún más en el mundo épicodecadente que la mente de Cels Piñol había parido, de la mano de personajes tan variopintos como John Konstantin o el incombustible cegato de Don Depresor. No hubo de pasar mucho tiempo hasta que consiguiera encontrar los cómics de Piñol, que, aunque no plasmaban el dibujo que esperaba tras la lectura de las Animated Series, no por ello eran peores, si no que eran más, digamos resultones. Pero, aunque me muestro defensor de los e-books, no me sentía a gusto con tener los cómics en mi pc, siempre he preferido el papel impreso, y tras un tiempo buscando como loco, desistí. Con mis 21 años, soy un poco posterior a Fanhunter, ya que antes Cels publicaba él mismo sus cómics, imposibilitó el que consiguiera los originales de Kiusap y demás. Con el tiempo pasó a uno de los recónditos huecos de mi memoria, olvidado el encontrar los cómics aún a mi pesar. Solo pude conseguir lo nuevo que salío, Fanhunter Fanletal y Fanhunter Fandom, que aunque me encantan, siguen necesitando conocer la base.

No fue hasta ayer, 1 de Julio de 2011, que Fanhunter volvió a rondarme la cabeza. Me encontraba dando un paseo en buena compañía por Alicante -conste que soy de Murcia- cuando decidimos entrar a una tienda de cómics, pequeñita la verdad. Me encontraba echando un vistazo por las estanterías, cuando sucedió el cliché de las películas: paseaba mi mirada, cuando a mi cerebro llegó la información de que había algo interesante en la estantería. A la voz de no puede ser, volví la vista, y cuál no sería mi sorpresa al fijarme en la estantería y encontrarme de morros: Outfan: Plan B. Un exámen más exhaustivo, con lágrimas de felicidad a punto de salir de mis ojos, me reveló un filón, que años de búsqueda no habían conseguido darme: Fanhunter #0 Backbeat, Fanhunter Saga, Fantom Town vol.1, Outfan, e incluso un módulo que no conocía para el juego de rol de Fanhunter. Debido a la escasez de dinero, cogí cuantos pude, y bajo la firme promesa de volver con más dinero en cuanto tuviera la ocasión, pagué gustoso en caja al precio original de los cómics en sus años de salida. Años de búsqueda al fin daban su fruto, y he vuelto a sentirme como el niño freak que en el fondo soy leyendo las desventuras de John Konstantin en la Guagua de la Muerte, con el placer de sentir el papel bajo mis dedos.

Brindo por todos aquellos niños freaks que disfrutamos con cosas tan sencillas como volver a nuestra infancia.

miércoles, 29 de junio de 2011

Capítulo 3: De nuevas entradas y desgaste neuronal.

Más de un mes hace de mi anterior entrada, en la que decía que llevaba un ritmo de posteo demasiado intenso como para poder mantenerlo. E ironías de la vida, no ha sido hasta ahora que he podido postear una nueva entrada, principalmente debido a rachas de intenso estudio para poder pasar este verano dividido entre la elaboración de mis distintos proyectos y las soberanas rascadas de barriga que espero pegarme tumbado en el sofá. Y es que es la primera vez en años que tengo un verano completa y absolutamente libre para dedicar en cuerpo, alma y tiempo a todas aquellas cosas que me rondan la cabeza, desde partidas de rol y Jugger a los diversos proyectos de armadureo, pasando, por supuesto, por conciertos, manuscritos y dibujos que no quiero dejar a la buena de dios.

Durante este tiempo de inactividad bloguera, he tenido que dividir mi tiempo en estudios, exámenes, más estudios, más exámenes, participar en un corto de acción (os lo recomiendo encarecidamente, solo seremos novatos pero se nos da bien), más estudios, más exámenes, y una larga repetición de estudios y exámenes que han reducido mis neuronas a una masa temblorosa de sesos fundidos y que, además, me han ocupado todo el tiempo libre que tenía, por lo que no he tenido apenas tiempo que dedicar a proseguir los proyectos que dejé a medio (a recordar: armadura, falcata, etc...). Lo único que pude hacer fue una espada de dos manos para Jugger, de acolchado cilíndrico pegado con cola de contacto y cubierta de cinta americana, hecha en apenas tres cuartos de hora (incluyendo la espera para la cola de contacto) de la cual no estoy demasiado orgulloso; me explico: sí, la espada es perfecta para Jugger, lo bastante ligera como para no dejarme en desventaja contra otras armas y lo bastante acolchada como para no hacer daño, y solo falta añadir algo de plomo en la empuñadura para equilibrarla bien, pero no tiene reto ni dificultad alguna. Fue como cortar un árbol con una motosierra: solo tienes que apoyar la sierra y ella hace el trabajo sola. Así que, aunque el trabajo bien hecho resulta gratificante, no lo es tanto cuando el trabajo que has hecho lo podrías haber hecho casi con los ojos vendados y una mano atada a la espalda.

Dicho esto, en los próximos días me volveré a poner con el trabajo en los proyectos. En breves me pondré a buscar otra vez materiales, que cuando los conseguí localizar, la tienda estaba cerrada, y no volví a ir. También he cambiado el proyecto de la Falcata, ya que el sentido de hacerla era para que me pudiera servir para jugar a Jugger, y con las nuevas reglas no se puede (tienen que ser cilíndricas a la fuerza), así que paso de gastar materiales en algo tan tosco y que no luce. Los nuevos proyectos que se me han ocurrido incluyen un hacha de batalla para Softcombat (que, como no se cuándo tendré oportunidad de jugar, la pospondré un poco), la armadura y, para finalizar, una vaina para la espada de Jugger, lo cual es un buen reto (cómo llevar una espada de 1,40 metros colgada a la espalda y poder desenvainarla bien) ya que, en contra de todo lo que se ve en películas, cómics y videojuegos, no es fácil desenvainar una espada tan grande a la espalda.

Con esto, me despido hasta la próxima entrada, que espero que sea dentro de poco y con buen material

miércoles, 11 de mayo de 2011

Capítulo segundo: De diseños y armaduras.

Estoy adquiriendo un ritmo de subida que creo que no podré mantener, pero no me preocupa mientras ese momento no llegue.

En la anterior entrada hablé un poco del armadureo y de mis inteciones de preparar una armadura de cartón que, gracias a la información que maese Axil tuvo a bien confiarme en forma de este blog (que por lo visto y por desgracia, anda algo parado), empieza a coger forma en mi cabeza. Y como la falcata que quiero hacer ya está diseñada en dicho lugar, esta mañana he empezado a diseñar la armadura.

Dándole vueltas y más vueltas, he decidido que haré una armadura completa, que abarcará coraza (peto y espaldar, sin mangas), hombreras (superiores e inferiores), guardabrazos, guanteletes, escarcelas, quijotes o muslerotes, rodilleras y grebas. Sí, son muchas partes que hay que hacer una por una, sobre todo los guanteletes, para luego ir ensamblando y demás. Pero bueno, con menos de eso no me sentiría protegido (y contra ballestas pesadas, ni con un escudo pavés) sin contar que farda mucho más un tío con armadura completa. Aquí va un pequeño diseño, a falta de corregir muchos fallos, que he hecho esta mañana:

Esta sería la parte superior.

Como dudo bastante de mis capacidades como espadachín, el brazal y guantelete izquierdos serán opcionales para que un escudo quepa bien (todo será hacer primero la armadura, luego el escudo y comprobar lo aparatoso de embrazarlo con brazal y guantelete). Le faltan bastantes retoques, las hombreras superiores las voy a acortar, son tan enormes que seguramente dificultarían bastante la movilidad, y no me haría mucha gracia que me metieran un espadazo en la cabeza y no poder pararlo porque no me deja la hombrera; también estoy dudando con el gorjal, puesto que haciendo pruebas en mí mismo me da la impresión de que es enorme, y como de momento no tengo visos de hacer un yelmo, me gustaría algo de cobertura en cuello.

En cuanto a la ornamentación, había pensado un damasquinado en el peto y hombreras, hecho con algo de relieve y pintado en color oro; pero, conociendo a mis compañeros de fatigas, (la única gente que conozco capaz de divertirse lanzándose balones de baloncesto... con hondas) he recapacitado: dudo que fuera a aguantar más de un par de golpes tan bestias. Así que, paciencia, y a esperar a la musa, que dicte ella cómo puedo decorar la armadura (o cómo no puedo decorarla)

martes, 10 de mayo de 2011

Capítulo primero: De la herrería y armadureo.

En esta segunda entrada, quiero hablar de una afición que se está colando en mi vida en estos últimos días: el armadureo. Para aquellos que no sepan lo que es el armadureo, procederé a darles una breve explicación, aunque estimo que es bastante fácil imaginarse lo que es. En esencia, el armadureo es la construcción de armaduras, ya sea para recreación histórica, roleo, o simple placer. Fácil, ¿no?

De siempre me ha gustado lo medieval en general: armamento, estilo de vida, etc; pero por la falta de fondos, nunca he tenido oportunidad de agenciarme una buena armadura, hacha o espada, y no hablemos ya de cosas como montar a caballo. Pero en estos últimos días, y debido principalmente a mis incursiones en el rol medieval y en vivo con mi grupo de rol, empecé a pensar ¿y por qué no me la hago yo mismo?. 

Por supuesto, antes de empezar a dilapidar mi dinero en proyectos fallidos e ineficaces, me decidí a investigar por Internet (fuente infinita de saberes) el armadureo en general. No quería gastarme un montón de dinero para acabar con un montón de chatarra inutil ocupándome hueco en casa.

Busca que te busca, encontré cierto blog (del que me he hecho seguidor, por cierto, lo recomiendo encarecidamente) que trataba principalmente del armadureo en chapa con fines de recreación histórica (en castellano: hacer armaduras lo más veraces posible, de modo que parezcan completamente de la época). El blog es el siguiente: El Blindado Personal.

Escrito de los dedos del maestro Axil, este explica sus propios proyectos con un tono ameno y sencillo, lo que hace que seguir las instrucciones sea realmente fácil y lo más aproximado posible a las armaduras medievales.

Pero como el trabajo en chapa no es lo mío, y sigo siendo un poco agarrado, aparte de que de momento no tengo visos de dedicarme a la recreación histórica si no al rol en vivo y SoftCombat (lo que quiere decir que las armaduras no pasan de ser un objeto meramente ornamental), pensé en hacerlas de un material más barato: cartón, y aprovechar la página de maese Axil como fuente de inspiración.

Por lo que he podido ver, las armaduras de cartón pueden ser bastante resistentes, y con un buen trabajo dan el pego, así que, en breves, comenzaré el trabajo. De momento, tengo intención de preparar armas de SoftCombat, y nada mejor con lo que empezar que con un arma patria:

La temida Falcata

lunes, 9 de mayo de 2011

Génesis.

Es una bonita palabra, esa de génesis. Viene, por supuesto, del griego, y viene a significar "nacimiento, creación". Me ha parecido adecuado llamar a esta primera entrada así, ya que es un inicio en toda regla, un "nacimiento". No puedo decir que sea una persona excesivamente imaginativa, tengo mis puntos altos, puntos bajos, como todos. He tardado cerca de diez minutos en decidir el nombre de este blog, creo que eso lo dice todo (y ni siquiera me acaba de convencer).

Aquí no encontrarás fotografías macabras de cadáveres, siento que el Google te haya remitido a este humilde blog si es lo que buscabas. Ni tampoco encontrarás descargas de videojuegos de zombies, para eso ve aquí. En este blog, lo único que encontrarás serán mis pensamientos, proyectos y paridas semejantes. Siento haberte defraudado, si es que lo he hecho.

Me considero una persona polifacética, que gusta de dedicar su tiempo a diversas actividades, que incluyen dibujo, escritura, y unas cuantas más (aunque no me considero ningún artista, solo una persona con mucho tiempo libre). Posiblemente aquí muestre algunos de mis diversos trabajos (o quizás no y solo dedique este blog a hablar de lo que se me pase por la mente), es algo que decidiré sobre la marcha, en cuanto tenga algo de tiempo libre.

Todo lo que tiene un alpha, tiene un omega, así que es hora de concluir este "nacimiento" al mundo del blog. Bienvenidos a mi mundo