miércoles, 29 de junio de 2011

Capítulo 3: De nuevas entradas y desgaste neuronal.

Más de un mes hace de mi anterior entrada, en la que decía que llevaba un ritmo de posteo demasiado intenso como para poder mantenerlo. E ironías de la vida, no ha sido hasta ahora que he podido postear una nueva entrada, principalmente debido a rachas de intenso estudio para poder pasar este verano dividido entre la elaboración de mis distintos proyectos y las soberanas rascadas de barriga que espero pegarme tumbado en el sofá. Y es que es la primera vez en años que tengo un verano completa y absolutamente libre para dedicar en cuerpo, alma y tiempo a todas aquellas cosas que me rondan la cabeza, desde partidas de rol y Jugger a los diversos proyectos de armadureo, pasando, por supuesto, por conciertos, manuscritos y dibujos que no quiero dejar a la buena de dios.

Durante este tiempo de inactividad bloguera, he tenido que dividir mi tiempo en estudios, exámenes, más estudios, más exámenes, participar en un corto de acción (os lo recomiendo encarecidamente, solo seremos novatos pero se nos da bien), más estudios, más exámenes, y una larga repetición de estudios y exámenes que han reducido mis neuronas a una masa temblorosa de sesos fundidos y que, además, me han ocupado todo el tiempo libre que tenía, por lo que no he tenido apenas tiempo que dedicar a proseguir los proyectos que dejé a medio (a recordar: armadura, falcata, etc...). Lo único que pude hacer fue una espada de dos manos para Jugger, de acolchado cilíndrico pegado con cola de contacto y cubierta de cinta americana, hecha en apenas tres cuartos de hora (incluyendo la espera para la cola de contacto) de la cual no estoy demasiado orgulloso; me explico: sí, la espada es perfecta para Jugger, lo bastante ligera como para no dejarme en desventaja contra otras armas y lo bastante acolchada como para no hacer daño, y solo falta añadir algo de plomo en la empuñadura para equilibrarla bien, pero no tiene reto ni dificultad alguna. Fue como cortar un árbol con una motosierra: solo tienes que apoyar la sierra y ella hace el trabajo sola. Así que, aunque el trabajo bien hecho resulta gratificante, no lo es tanto cuando el trabajo que has hecho lo podrías haber hecho casi con los ojos vendados y una mano atada a la espalda.

Dicho esto, en los próximos días me volveré a poner con el trabajo en los proyectos. En breves me pondré a buscar otra vez materiales, que cuando los conseguí localizar, la tienda estaba cerrada, y no volví a ir. También he cambiado el proyecto de la Falcata, ya que el sentido de hacerla era para que me pudiera servir para jugar a Jugger, y con las nuevas reglas no se puede (tienen que ser cilíndricas a la fuerza), así que paso de gastar materiales en algo tan tosco y que no luce. Los nuevos proyectos que se me han ocurrido incluyen un hacha de batalla para Softcombat (que, como no se cuándo tendré oportunidad de jugar, la pospondré un poco), la armadura y, para finalizar, una vaina para la espada de Jugger, lo cual es un buen reto (cómo llevar una espada de 1,40 metros colgada a la espalda y poder desenvainarla bien) ya que, en contra de todo lo que se ve en películas, cómics y videojuegos, no es fácil desenvainar una espada tan grande a la espalda.

Con esto, me despido hasta la próxima entrada, que espero que sea dentro de poco y con buen material