En la anterior entrada hablé un poco del armadureo y de mis inteciones de preparar una armadura de cartón que, gracias a la información que maese Axil tuvo a bien confiarme en forma de este blog (que por lo visto y por desgracia, anda algo parado), empieza a coger forma en mi cabeza. Y como la falcata que quiero hacer ya está diseñada en dicho lugar, esta mañana he empezado a diseñar la armadura.
Dándole vueltas y más vueltas, he decidido que haré una armadura completa, que abarcará coraza (peto y espaldar, sin mangas), hombreras (superiores e inferiores), guardabrazos, guanteletes, escarcelas, quijotes o muslerotes, rodilleras y grebas. Sí, son muchas partes que hay que hacer una por una, sobre todo los guanteletes, para luego ir ensamblando y demás. Pero bueno, con menos de eso no me sentiría protegido (y contra ballestas pesadas, ni con un escudo pavés) sin contar que farda mucho más un tío con armadura completa. Aquí va un pequeño diseño, a falta de corregir muchos fallos, que he hecho esta mañana:
Esta sería la parte superior.
En cuanto a la ornamentación, había pensado un damasquinado en el peto y hombreras, hecho con algo de relieve y pintado en color oro; pero, conociendo a mis compañeros de fatigas, (la única gente que conozco capaz de divertirse lanzándose balones de baloncesto... con hondas) he recapacitado: dudo que fuera a aguantar más de un par de golpes tan bestias. Así que, paciencia, y a esperar a la musa, que dicte ella cómo puedo decorar la armadura (o cómo no puedo decorarla)